Para conocer más sobre la obesidad y para poder enfrentar y combatir el exceso de grasa en nuestro cuerpo debemos, primero, saber cuáles son las causas que lo originan.
Los factores que provocan la obesidad pueden ser de origen:
a) genético (hereditario);
b) por el estilo de vida (el sedentarismo y la falta de ejercicios pueden ser desencadenantes de esta patología);
c) el hipotiroidismo (aunque poco frecuente, la disminución de la hormona tiroidea puede ser causante del exceso de peso);
d) las alteraciones del hipotálamo (que pueden provocar alteraciones en los centros reguladores de la saciedad);
e) el sindrome de Cushing, representado por un aumento de la producción de cortisol (hormona elaborada por la corteza suprarrenal que ayuda al cuerpo a usar la glucosa, la proteína y las grasas. Es un tipo de hormona glucocorticoide);
f) el insulinoma, poco probable, pero si surge un tumor productor de insulina puede provocar obesidad. Los insulinomas son tumores poco comunes y ocurren generalmente como tumores únicos y pequeños en los adultos);
g) en el hombre, hipogonadismo: un aumento del tejido adiposo causado por la disminución de la hormona testosterona;
h) el sindrome de ovario poliquístico: en la mujer joven, preferentemente. Puede aparecer asociado a irregularidades menstruales, hirusitismo (virilación en mujeres), resistencia insulínica (*) y acné;
i) algunas enfermedades cardiovasculares, pulmonares y también algunos cánceres pueden ser causantes de la obesidad.
(*) La resistencia a la insulina frecuentemente va a acompañada de otros problemas de salud tales como la diabetes, el colesterol alto, la presión sanguínea alta y el ataque al corazón.
Respondiendo al dicho popular: "cada persona es un mundo", el tratamiento para reducir la grasa en nuestro cuerpo debe ser personalizado, basado en un buen diagnóstico.
Usualmente los consejos que se prescriben para reducir nuestra grasa corporal son:
1) una dieta específica teniendo en cuenta la ingesta de alimentos y el gasto de las energías que se consumen;
2) ejercicios determinados;
3) modificar ciertos hábitos de vida;
4) tratamiento especializado según la patología diagnosticada;
5) una cirugía en ciertos casos.
Abundaremos en detalles en próximas entradas.
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