Lograr estabilizarse en un peso saludable (reduciendo el exceso de grasa en el cuerpo) puede ayudarte a controlar el colesterol, la presión arterial y el azúcar en la sangre.
La obesidad se presenta con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que aquellas que consumes. El equilibrio entre la ingestión de calorías y las calorías que se pierden es diferente en cada persona. El problema resulta muy complejo y heterogéneo. Los causantes pueden ser el sedentarismo (falta de actividad física), la mala alimentación (exceso de comida y/o consumo de alimentos ricos en grasas), los problemas metabólicos y la constitución genética.
El comer en demasía, y/o no ser lo suficientemente activo físicamente, son dos factores que pueden contribuir al exceso de peso. Para conservar tu peso corporal, debes tener en cuenta que las calorías que ingieres debe ser igual a la energía que consumes. Para reducir de peso, deberás ingerir menos calorías que aquellas que consumes. He aquí un método para controlar tu peso:
- Consumir porciones más reducidas de comida
- Ingerir alimentos de bajo contenido graso y calórico
- Beber mucha agua; evitar las bebidas con azúcar
- Practicar algún deporte o ser físicamente activo
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